viernes, 18 de enero de 2013

Oxígeno y relajación en recorrido por la ronda de la quebrada Las Delicias de Chapinero





El pasado  14  de  Enero  se  realizó  un recorrido de reconocimiento  por  la  Ronda de la Quebrada  “Las  Delicias”   de  Chapinero,  en donde  se pudieron   admirar  las  maravillas  de la  naturaleza  en este  sector de  los cerros  orientales  de  Bogotá.

Por  direccionamiento de la Subdirectora Local Marina Avendaño Carrascal, la  Subdirección Local de Chapinero  estuvo representada  por: Lady Diana Torres, Séfira  Vicente, Diomar  Méndez, Yolanda  Díaz, Elízabeth Rozo, Tatiana Muñoz y Yudy  Umbarila, quienes  se  unieron  al grupo  de  vigías  ambientales, al  igual  que  a  los  quince  niños  y  niñas  acompañantes que  hacen   curso  para  vigías  ambientales de  la quebrada, habitantes  en    su mayoría   en los  barrios  Los  Olivos  y  Juan XXIII.

Para  seguridad de  los y las  caminantes, estuvieron de apoyo   permanente  patrulleros de la Policía, quienes  con  el  grupo  de    vigías   ambientales  conocen  muy  bien   el territorio.  A  la  vez  que se  iba avanzando,  los  guías   informaban acerca  de  las  plantas  nativas,   sus aportes  a  la medicina   y otras actividades, el drenaje    del agua, el nombre de  los pozos, los  aportes de  universidades, el compromiso continuo  de  la Alcaldía  Local de  Chapinero quien  ha  invertido   parte del presupuesto  en la recuperación  de   la  quebrada, entre  otros  temas  de  interés ambiental.

Se  pretende  con  el proyecto de  recuperación de  esta quebrada,  seguir  los pasos  de  la experiencia y alcances   dejado  por la  Quebrada  “la Vieja”    que ha avanzado  en un  proceso ambiental-ecológico desde  hace  aproximadamente  20 años  y de  la cual, después de  los esfuerzos,  ahora  se pueden  contemplar  los frutos. 

En  el video, se  puede  observar  parte  del recorrido, como una invitación  a la sensibilización y vivencia  por estos  lares, contrastados  entre  lo urbano y lo rural, lo nativo, lo construido, lo puro, lo  dañado, que deja  interrogantes  frente  al compromiso  individual  por  el  Medio ambiente  sano.

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